Estamos en el mes por excelencia de las emociones bonitas, para muchos también de la nostalgia, de los grandes reencuentros, de regalar y recibir regalos, de las ilusiones y los mejores deseos, de las vacaciones, de las múltiples comidas en familia, entre amigos, compañeros de trabajo y vecinos si cabe.
Estamos también en el mes de la magia, de la decoración roja y dorada (y de todos los colores bonitos), de reflexionar sobre los propósitos cumplidos, y en el mes de crear un nuevo listado de propósitos a cumplir en un nuevo año que lentamente se avecina...
¡Estamos en Navidad!
Hoy voy a compartir con vosotros uno de los símbolos por doquier de esta maravillosa época: El árbol de Navidad.
Me he alejado un poquito de lo convencional, el abeto verde, para mostraros ideas muy originales y que me han parecido fantásticas para quienes quieran un árbol diferente, ya sabéis, para reinventarse un poquito.
En esta primera imagen, el árbol está formado por ramas de árbol de un grosor medio y diferentes medidas. Una a una se unen mediante una cuerda a cada lado, la cual ata cada una de las ramas.
Incluso la estrella podemos hacerla con este mismo material.
La decoración se basa en una guirnalda de luces con formas de copo de nieve, y pompones.
Os recomiendo ver el proceso de montaje aquí.
Un árbol de iguales características que el anterior. En este caso, las ramas son pintadas en color blanco y la decoración es muy colorida. ¿Cuál os gusta más?
Este árbol es una monada. Y lo mejor es que se ha realizado trazando con tiza el diseño del árbol.
En sustitución a la tiza, propongo una idea:
* Con cinta adhesiva muy fina de color blanco, vamos cortando varias tiras y pegándolas a la pared, formando poco a poco nuestro árbol.
Eso sí, tendremos que colocar chinchetas o clavos muy pequeños para colgar nuestros adornos.
¿Se os ocurre otra idea?
Este árbol me recuerda mucho a un DIY de perchero que os mostré en un post anterior.
Podemos anclar clavos largos y finos en la pared, dos por cada rama, para que sirvan de soporte de las mismas.
Típico de estilo nórdico, pintado a gusto de cada uno en los colores que más nos apetezca, porque la Navidad no sólo entiende de rojos y dorados sino de todos los colores mágicos y bonitos del mundo.
Un árbol muy especial, de un estilo low cost.
Formado por tableros de madera, algunos pintados en color blanco, muy fácil de hacer, y lo mejor es que no ocupa espacio. Podemos unir todos los tableros aplicándoles pegamento de cola, y luego anclarlo en la pared con ayuda de algunos clavos finos.
Seguro que será el centro de atención de todas las visitas.
Con la guirnalda de luces, crea un estilo adorable.
Y sin duda, mi favorito.
Igual que el anterior, con una gran diferencia: Las palabras escritas en los tableros, para recordarnos a cada minuto la importancia de la felicidad y los buenos valores.
Las imágenes mostradas en este blog pertenecen a las siguientes fuentes:
¿Os gusta la Navidad? ¿Sois de los árboles de Navidad de siempre u os gusta reinventaros y crear a vuestro antojo?
Sonia.
[ "Hace falta gente que crea en tus sueños y te ayude a conseguirlos" ]
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